Dedicamos la entrevista VIM de junio a Pascual Ortuño, fundador de la sección española del Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación, y primer presidente de la asociación española.
Pascual Ortuño es Magistrado de la sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, especializada en derecho de la persona y de la familia. Es uno de los impulsores de la mediación en España, y pionero en su aplicación en el ámbito judicial. Entre otros, ha sido promotor del Proyecto Piloto en Mediación Familiar en los Juzgados de Familia de Barcelona, que estuvo en funcionamiento desde 1992 a 1997; fundador de la Asociación Catalana para el Desarrollo de la mediación; Director del Programa de formación en Mediación de la Escuela Judicial Española; y Representante del gobierno Español en el Comité de Derecho Civil del Consejo de la Unión Europea para la elaboración de la Directiva sobre mediación.
Esta es la interesante conversación que hemos mantenido con él.
1.- ¿Cuándo y cómo fue su primer contacto con la mediación?
Hace ya muchos años. En 1983 cuando ejercía como abogado en Murcia. El psicólogo del juzgado de Familia, Antonio Coy, impartió una conferencia que organizamos en el Colegio de Abogados, del que yo era secretario. Yo presenté el acto. Todavía conservo el tríptico. Coy fue el primer introductor de la mediación familiar en España porque conocía bien EEUU e intentó, desde los equipos psicosociales, utilizar esta metodología.
2.- ¿Qué es lo que le atrajo / interesó de la mediación?
Muy pronto vi la utilidad que podría tener en el ejercicio profesional. Yo también me había incorporado como profesor ayudante en la Facultad de económicas e incluso intervine como negociador en el convenio colectivo de las industrias conserveras. Me sedujo la importancia que tenía el manejo de las técnicas de negociación y desde entonces he procurado profundizar en las mismas.
3.- Desde su punto de vista, ¿Cómo ha evolucionado la mediación desde entonces? ¿Cuáles han sido los vectores fundamentales de esta evolución?
La verdad es que he sido un privilegiado al poder ser testigo del desarrollo de estos sistemas. Inicialmente se empezó a trabajar tímidamente desde los juzgados de familia. El primer documento que recuerdo es el protocolo que hicieron los psicólogos de la primera hornada de los que se incorporaron a los equipos psicosociales, Serafín Alonso en Bilbao, Fé Benito en Valladolid, Vicente Ibáñez en Madrid, y el propio Coy, que era el maestro. En esa época montó el primer gabinete privado Trinidad Bernal en Madrid. Después, una vez que me incorporé a la judicatura y recién llegado a Barcelona, en 1992 me inscribí en un curso de negociación que impartió el psicólogo Salvador García en el Colegio de Abogados. Fue muy divertido porque nadie me conocía ni sabían a qué me dedicaba, y uno de los temas tratados fue el de las técnicas para negociar con un elefante. Los elefantes eran los jueces.
Muy pronto formé equipo con Ignacio Bolaños y Marian Menéndez, psicólogo y trabajadora social del Juzgado de Familia 14 de Barcelona, y no tardamos en poner en marcha la experiencia piloto, que contó con el apoyo de la Consellería de Justicia de Cataluña. Estaba de director general de justicia Yago de Balanzó, y de responsable del servicio de apoyo a los jueces SAT Salvador Puntes que se tomaron en serio recabar toda la bibliografía extranjera sobre la materia. Mientras tanto, en los juzgados de menores de Barcelona se empezó también a trabajar casos con mediación. Se derivaron en esa primera etapa más de 500 casos que sirvieron para aprender.
El hito más importante en aquellos años fue la creación de ACDMA (asociación catalana para el desarrollo de la mediación y el arbitraje), que hace unos meses cumplió los 25 años. El núcleo inicial, del que soy el socio nº 2, al que se sumaron Toni Vidal Teixidó, Consol Martí, Robert Gimeno y Josep Redorta entre otros, hicimos un viaje al sur de Francia, creo que era Montpellier, para asistir a un congreso del que vinimos entusiasmados. Conocimos allí a Aldo Morrone, a Bonafé Smith y al entrañable juez de Bèzières Antonio Fulleda.
Pero el hecho que marcó un verdadero hito fue el que pudiéramos convencer a la entonces consellera de Justícia Nuria de Gispert para que incluyera en el proyecto de ley del Código de Familia de Cataluña de 1998 la mención a la mediación familiar, que se incorporó por el Parlament como artículo 79.2, que decía que cuando el juez adviertiese que todavía era posible un acuerdo entre las partes podría remitir a las partes a una persona o entidad mediadora. Esta novedad nos dio pie a organizar desde el Centro de Estudios Jurídicos de la Generelitat el primer gran congreso mundial de mediación, que se celebró en octubre de 1999 en el Hotel Plaza de Barcelona, y al que asistieron más de 500 personas, con figuras muy relevantes como Lisa Parquinson, Folberg, Aldo Morrone y Marinés Suárez. Antonio Coy fue el presidente del comité científico, y yo del comité organizador. Desde luego, significó un antes y un después, y para mi supuso que el CGPJ me propusiera por medio del Ministerio de Justicia para que formara parte del comité de expertos que trabajó primero en en el Libro Verde de la Mediación, y luego en la Directiva Europea 52/2008.
4.- Usted fue uno de los miembros fundadores de GEMME en España. ¿Cuáles cree que son los logros más importantes que se han conseguido desde los inicios de la asociación? ¿Qué beneficios aporta la mediación en el ámbito de los tribunales?
El primer logro, difícil en su momento, fue el de poner en marcha la sección española de esta asociación en 2006. Tuvimos noticia de la constitución de GEMME impulsada por Guy Canivet, presidente de la Corte de Casación francesa. Yo fui a algunas reuniones a Lisboa, donde se presentó el Libro Verde, y a París como observador. Por la Ley 15/2005 se había reformado el código civil español, que introdujo por primera vez la mediación familiar en una norma estatal, y convencimos al CGPJ para que nos autorizara a hacer las primeras experiencias piloto de mediación familiar, ya con carácter oficial. Se hicieron en los juzgados de Barcelona, Madrid, Málaga, Palma, Pamplona, Sevilla y Las Palmas, ya en 2006. El CGPJ convocó un simposio en la Escuela Judicial en 2008 para hacer un balance, al que asistieron todos los sectores profesionales implicados, y se publicaron los trabajos, con lo que empezamos a tener una base documental de suma utilidad.
En plena euforia algunos colegas decidimos asistir a un coloquio que GEMME-Europa había organizado en la Corte d’Apello de Roma. Allí, bajo la sombra de la estatua de Cicerón, firmamos un documento que leímos en la asamblea general para comunicar que constituíamos la sección española. Estábamos Enrique Anglada, Raquel Alastruey, Pilar Gonzálvez, Teresa Martín Nájera, Rosa Freire, Juan Mejías, Margarita Pérez Salazar y yo mismo. Espero no dejar en el olvido a nadie. Desde este núcleo fuimos expandiendo la iniciativa y recabando apoyos. La sección española se constituyó formalmente en 2007, con la primera junta directiva de la que yo fui presidente. Poco después organizamos el primer congreso en Valencia, en el que me relevó en el cargo Mercedes Caso, que actualmente es la Juez decana de Barcelona.
Desde entonces se ha consolidado la asociación en toda España. Tuvimos el acierto que incluir a fiscales, secretarios judiciales, mediadores y los más activos miembros de las universidades españolas. Desde entonces GEMME ha sido un referente de prestigio y ha tenido un gran protagonismo en todo el proceso de desarrollo de la mediación, no solo por el impulso de las experiencias piloto intrajudiciales, de las que algún día se escribirá la historia, sino también por los grandes congresos que fuimos capaces de organizar, como el de Barcelona de 2009 en el que se presentó el Libro Blanco de la Mediación en Cataluña que aglutinó caso a 1.000 personas, prácticamente todas las que en esa época trabajaban en mediación en España. Después el Simposio de 2013 en Madrid, para hacer balance del primer año de vigencia de la Ley 5/2012, al que precedió la creación de los “puntos de encuentro” para la promoción de la mediación en las principales ciudades de España. Han presidido la asociación, sucesivamente, el fiscal Félix Pantoja, el magistrado, hoy mediador, Agustín Azparren, la magistrada del TS Lourdes Arastey, el magistrado Luís Aurelio González, y actualmente la magistrada de Las Palmas Rosalía Fernández.
Para el 2020 GEMME participa como impulsor con el Colegio de Abogados de Barcelona, la GLOBAL MEDIATION CONFERENCE para avanzar en la incorporación de los ADR en el trabajo de los operadores jurídicos, esencialmente de los abogados.
5. Recientemente ha publicado el libro “Justicia sin Jueces” con el objetivo de impulsar la mediación. ¿A quién recomienda especialmente que lo lea? Es decir, ¿en qué ámbitos cree que es más necesaria la mediación?
Es un libro que recoge una serie de casos reales que se han solucionado de forma satisfactoria para las dos partes gracias a la negociación positiva, es decir, la que no pretende la victoria de una parte y la derrota de la otra, sino que tiene como objetivo la búsqueda y construcción de nuevas oportunidades de colaboración para las dos partes. He pretendido que fuera un libro divulgativo fácilmente comprensible por la ciudadanía, en general, pero también es un texto útil para los profesionales del derecho, para los estudiantes de mediación, e incluso para quienes se quieran dedicar a la negociación en general. Incluso para los políticos a los que tanto les cuesta conseguir consensos.
6.- ¿Cómo le gustaría ver la mediación en el futuro?
Mi ilusión es que la mediación se incorpore al sistema de justicia como una herramienta más al servicio de los ciudadanos y que el resto de los ADR sean asumidos por la abogacía como instrumentos habituales de su quehacer profesional.
7.- ¿Qué sería necesario para hacer ese futuro realidad?
En primer lugar que seamos capaces de formar excelentes mediadores. Lamentablemente el peor enemigo de la mediación es que se trivialice el proceso de formación de los profesionales que se dedican a estos menesteres. Si cunde el desprestigio, sufriremos un retroceso enorme en el proceso de desarrollo de esta metodología. En segundo lugar que los abogados se convenzan de la utilidad de estos sistemas y del papel que han de jugar en los procedimientos negociados. En tercer lugar, que las futuras leyes que se promulguen acierten en la configuración del sistema. Me da mucho miedo que determinados lobbies de mediadores que ya están tomando posiciones sin tener una mínima base de experiencia práctica, condicionen unas normas que en vez de servir para impulsar, provoquen un retroceso en su implantación efectiva.
Muchas gracias Pascual. Ha sido un placer charlar contigo de mediación y conocer un poco más tu historia y tu visión.
Breve nota curricular
Carrera Profesional
– Actual magistrado de la sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona, especializada en derecho de la persona y de la familia.
– Profesor de RAC (Resolución Alternativa de Conflictos), de la Facultad de Derecho de la Universidad Pompeu i Fabra de Barcelona.
– Vicepresidente de GEMME-Europa desde 2012 hasta 2016.
– Director de la Escuela Judicial española desde 2009 a 2011.
– Consultor de EUROSOCIAL para la creación de la Red FLMASC (Red Latinoamericana de medios alternativos de resolución de controeversias).
– Director General de Derecho Privado y Entidades Jurídicas (de la Consejería de Justicia de la generalidad de Cataluña). Desde febrero 2007 a 2009.
– Juez de Familia de Barcelona. Desde 1991 a 1997.
– Juez de Primera Instancia e Instrucción de Lérida. Desde 1989 a 1991.
– Profesor de Fundamentos de Derecho Patrimonial de la facultad de Económicas de la Universidad de Murcia
– Abogado en ejercicio del Ilustre Colegio de Abogados de Murcia, desde 1975 a 1989, (y secretario de su junta de gobierno desde 1984 a 1989).
Actividades relacionadas con la mediación
– Promotor del Proyecto Piloto en Mediación Familiar en los Juzgados de Familia de Barcelona, que estuvo en funcionamiento desde 1992 a 1997.
– Fundador de la Asociación Catalana para el Desarrollo de la mediación, en 1994.
– Director del Programa de formación en Mediación de la Escuela Judicial Española.
– Coordinador de las experiencias piloto en mediación familiar realizadas en seis juzgados de familia de España en el año 2006.
– Representante del gobierno Español en el Comité de Derecho Civil del Consejo de la Unión Europea para la elaboración de la Directiva sobre mediación.
– Fundador de la sección española del Grupo Europeo de Magistrados por la Mediación, y primer presidente de la asociación española.
Publicaciones relacionadas con la mediación
«Estudio del último párrafo del art. 92 del código civil»). Revista PODER JUDICIAL. Madrid. Marzo 1995.
«Criterios sobre la distribución de funciones en el ejercicio de la patria potestad conjunta, en las crisis matrimoniales». CUADERNOS DE DERECHO JUDICIAL. CGPJ. Madrid. 1994.
«Patria potestad, guarda y custodia y crisis familiar». En la obra colectiva «Los Procesos en los Juzgados de Familia». Colecc. «Studia Iuridica» Generalitat de Catalunya. Barcelona.1993.
«La mediación familiar intrajudicial, un reto para los juzgados de familia”. Revista.de Derecho de Familia,LEX NOVA, abril 2000.
“La homologación judicial de los acuerdos en mediación familiar” Revista del Colegio de Psicólogos de Andalucía, número extra sobre LA MEDIACION, noviembre 2001.
“El Libro Verde sobre las Alternative Dispute Resolution”, Revista IURIS-LA LEY, noviembre 2003.
“Aproximación a la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género”, Revista Jurídica de Cataluña, junio 2005.
“Derecho de Familia”, tema XVIII, sobre “La Mediación Familiar”, Editorial SEPIN, Obra colectiva, Madrid 2005.
“Modelos alternativos de mediación intrajudicial” Colección “Estudios de Derecho Judicial”, nº 111, Editorial CENDOJ, San Sebastián, 2006.
“Sistemas alternativos a la resolución de conflictos (ADR): la mediación civil y penal”, Edita “Fundación Alternativas”, documento de trabajo nº 110/2007. Madrid, septiembre 2007.
«Justicia sin Jueces», ARIEL (Planeta). 1ª Edición: Octubre 2018. Barcelona.