El pasado 28 de diciembre, el Diario de Ibiza publicaba la entrevista realizada a Pascual Ortuño por Laura Riera. Con el título «Los jueces no están politizados«, la entrevista ofrece una interesante visión, la de Pascual Ortuño, magistrado de la Audiencia Provincial de Barcelona y Vicepresidente de GEMME en Europa, que lleva más de una década trabajando por incluir la mediación como método alternativo de resolución de conflictos en el sistema judicial español.
A continuación, recogemos parte de la entrevista.
Los jueces no están politizados
El magistrado Pascual Ortuño afirma que los profesionales de la justicia actúan «con independencia» y que lo que está politizado es el CGPJ
Magistrado de la Sección 12ª de la Audiencia Provincial de Barcelona. La trayectoria profesional de Pascual Ortuño está ligada desde 1997 a la Audiencia Provincial de Barcelona, trabajo que compagina con su lucha por incluir la mediación como método alternativo de resolución de conflictos en el sistema judicial español. El pasado jueves 18 participó en Ibiza en la clausura de un curso sobre mediación civil y mercantil.
¿A qué se debe su interés por la mediación?
Surge a principios de los 80. Los profesionales apreciamos que nuestro método no era útil en todos los casos, sobre todo en los temas de familia como son las separaciones y los divorcios. Con la apertura internacional de España comprobamos que en otros países estos asuntos se solucionaban con medios alternativos al proceso. En 1983 participé en una mesa redonda sobre mediación organizada por psicólogos, donde defendían que su papel no tenía que limitarse solamente a hacer dictámenes, sino que debían ayudar a gestionar la crisis que se había provocado en algunos casos.
¿Y qué beneficios tiene para el sistema judicial?
La mediación se ha introducido en Europa de una forma novedosa, pero con vocación de suplir el gran vacío que existe en la justicia, ya que representa un método alternativo. El mundo anglosajón, que tiene otra forma de ver la justicia y que cuenta con una cultura jurídica diferente, hace años que la aplica y ha conseguido que se reduzcan la intensidad y el número de ocasiones en los que los ciudadanos acuden a los tribunales. En España, igual que en la medicina la opción más rápida es el quirófano, en la justicia es el proceso.
¿La mediación sería una medida para descongestionar la administración de Justicia?
El mensaje de que la mediación tiende a descongestionar la justicia es erróneo. Es una alternativa más, otra vía con carácter previo o preventivo y con una metodología diferente a la controversia judicial, que es un método agresivo y de lucha. La sobrecarga de trabajo no se soluciona con el aumento de jueces, sino con la racionalización de la litigiosidad. Hay una gran cantidad de procesos que no deberían de haber llegado a los tribunales. En muchos conflictos no se necesitan ganadores ni perdedores, sino que hace falta que se recompongan las relaciones.
¿Podría ponerme un ejemplo de conflicto en el que se pueda aplicar la mediación?
Por ejemplo, una empresa que suministra materias primas a otra, que es la fabricante, tiene un problema financiero. Cuando el suministrador tiene un crédito y el fabricante le debe dinero hay dos vías: acudir a un tribunal y exigir el dinero a la fuerza u optar por medios alternativos. Por la vía de la fuerza, lo que puede ocurrir es que el fabricante no pueda hacerle frente al pago. Entonces, entrará en concurso de acreedores lo que provocará probablemente la destrucción de la empresa, con lo que el acreedor tampoco llegará a cobrar toda la deuda. En cambio, si hubieran hablado antes podrían haber llegado a un acuerdo para aplazar la deuda, por ejemplo, y establecer unas garantías determinadas.
La mediación también podría ser útil para evitar los desahucios de aquellos que no pueden afrontar el pago de una hipoteca.
Exacto. En la mayoría de casos el problema es que la persona que firmó una hipoteca con un banco se ha quedado en paro, no que no quiera pagar. El caso paradigmático se da en México, donde desde hace unos 4 ó 5 años hay una norma que obliga a las entidades financieras a realizar una mediación antes de acudir al juzgado. Esto ha significado una reducción drástica de las ejecuciones. No obstante, la mediación tampoco es la panacea. Yo soy juez y me dedico a todo lo contrario, pero soy consciente de que nuestro sistema carece de mecanismos de negociación profesional y estamos sirviendo a una maquinaria que a veces produce resultados muy injustos para las personas.
¿Por qué esta opción aún no ha calado entre la ciudadanía a pesar de sus beneficios?
La mediación supone un cambio cultural y metodológico para los profesionales. Igual que en la medicina la operación con láser no se introdujo de un día para otro porque la gente desconfiaba de esta opción, con los jueces y abogados ocurre lo mismo. También hacen falta más especialistas. Ibiza fue pionera en mediación en España porque hubo profesionales que apostaron por ella en el ámbito familiar [en referencia a la Asociación para el Desarrollo de la Mediación Familiar de Balears]. Además, hace muy poco se presentó en Fitur la primera experiencia piloto de mediación en conflictos turísticos. En lugares como Ibiza, donde el sector servicios es tan importante, los conflictos entre hoteleros, restauradores, mayoristas o agencias de viaje podrían solucionarse sin recurrir a la justicia.